Todo estaba quieto, pero era como que en cada rincón
podía de pronto aparecer algo, alguien. Una rarísima
sensación de que todo estaba ahí, esperando ser descubierto.
Todo muerto y todo vivo a la vez, todo quieto y todo en movimiento.
Y de repente un viento suave empezaba a soplar.
Algo me estaba esperando. En algún lugar algo me estaba esperando.
Y yo no podía saber si era algo bueno o si era algo malo. Y de repente algo me llamaba la atención.
¿Un ruido? No, porque no había un ruido. Era una sensación mas de adentro. Y entré...